Concierto Histórico

Concierto Histórico
Bruce en Barcelona, 21 de abril de 1981

lunes, 23 de noviembre de 2009

De chico de pueblo a estrella de Rock

La historia de Bruce Springsteen no hubiese transcendido de su pueblo natal, Freehold (New Jersey), si en su camino no se hubiera topado con la actuación de Elvis Presley en el Ed Sullivan Show retransmitida por la televisión americana a mediados de los 50. El impacto de ver al Rey del Rock en el pleno apogeo de su carrera contagió al joven Bruce el veneno del Rock, en sus venas y en su corazón. A partir de ese momento la música y, más concretamente, su deseo de ser cantante de rock, se convirtieron en su única obsesión. Su carácter taciturno y apagado, un bicho raro para sus compañeros de instituto, se transformaba en puro ciclón eléctrico cuando tenía su Fender entre sus manos. Pasó por diferentes grupos hasta que, en los 70 y junto a The E Street Band, el que será su grupo de toda la vida, publica su primer album para CBS, Greetings From Asbury Park,  en el que ya se entreve todo su potencial. Sin embargo, no fue hasta 1975 con su album Born To Run  cuando Springsteen pasa de ser un cantante de rock prometedor a  una auténtica megaestrella. Revistas como la prestigiosa Time le dedican su portada y las ventas se disparan no sólo en su país sino también en varios paises europeos entre ellos Gran Bretaña donde recalará por primera vez para presentarlo con una serie de conciertos todos ellos con el sold out en la puerta. Lo que vino después fue la ruptura con su manager que le impidió publicar  otro disco hasta 1978 su memorable Darkness in The Edge of Town y la culminación de su leyenda en 1984 con la publicación de Born in The USA; un disco que fue tachado de comercial por los más puristas pero que sin embargo vendió millones de copias en todo el mundo y  le enroló en una gira de más de dos años que le llevó incluso a Japón. Lo que vinó después fue la cimentación del mito.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Una historia que comenzó a principios de los 80

Aún reucerdo como si fuese hoy mismo, la primera vez que escuché una canción de Bruce Springsteen. Fue en el ya lejano verano del 81 en una vieja radio en un pueblo de Granada. La canción era Born To Run y el programa se llamaba Don Domingo en RNE. Yo por entonces, era un adolescente que empezaba a descubrir la magia del Rock and Roll y aquel tipo que se desgañitaba cantando me enganchó desde ese momento: su voz desgarrada y el poder atronador de la banda que le acompañaba me dejaron K.O. y me lanzaron a comprarme aquel disco y posteriormente todos los que había publicado hasta la fecha. Posteriormente, los años han ido pasando, pero en ningún momento ha menguado mi admiración por un cantante que se entrega en cada concierto y para el que su público es la verdadera razón de seguir ahí año tras año.
Los que disfrutamos con su música y hemos crecido con ella sabemos que Bruce forma parte de nuestras vidas y que nos ha acompañado en los buenos y en los malos momentos. Cada una de sus canciones para un fan tiene un significado más allá de lo que ésta quiera decirnos, tiene un significado existencial  que nos retrotae a momentos vividos.
Si tu eres fan de Bruce, entonces no tengo que explicarte nada más; si no lo eres, todo lo que aquí estás leyendo te sonará extraño. Sólo te pido que te empapes de su música y luego me cuentas. Nos vemos.