No sé si es cierto que Bruce siente un especial cariño por Barcelona, pero lo que si es verdad es que en esta ciudad siempre nos ofrece grandes shows.
La noche comenzó con Badlands y siguió con We take care our own. Sonaron temas clásicos como Promised Land, una electrificante Prove it all night (con un largo sólo introductorio de Bruce), You can look (but you better not touch), Hungry Heart, Thunder Road, She’s the one, Born to run o una poderosa versión de Murder Incorporated junto con temas de su último album como Wrecking Ball, Jack of all trades o una impresionante Rocky Ground (una de mis canciones favoritas de su último album). El fin de fiesta lo cerró Tenth Avenue Freeze-out con un emocionado homenaje al fallecido Clarence Clemons al que el público recordó coreando su nombre.
En fin, una noche màgica, llena de buenas vibraciones que nos reafirmó la buena forma física de Bruce (tres horas de concierto ininterrumpidas), la grandeza de la nueva sección de viento y, el despuntar de un gran músico, Jake Clemons, que ya empieza a ocupar un puesto destacado en la banda gracias, únicamente, a su talento.
En fin, una noche màgica, llena de buenas vibraciones que nos reafirmó la buena forma física de Bruce (tres horas de concierto ininterrumpidas), la grandeza de la nueva sección de viento y, el despuntar de un gran músico, Jake Clemons, que ya empieza a ocupar un puesto destacado en la banda gracias, únicamente, a su talento.
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